A veces pienso en nosotros, las personas, como estrellas.
Astros; millones de ellos dispersos en un Universo infinito. Con espacios abismales que nos separan y sin la menor capacidad de salir de nuestras orbitas y aproximarnos.
Cuerpos celestes con solo una precaria manera de interactuar: destellando. Radiando lo que somos esperando que alguien en medio de la oscuridad nos vea, nos distinga.
Y así, siendo tú y yo estrellas tan lejanas, inalcanzables la una a la otra por nuestra incapacidad de acercarnos mutuamente, y con esta única manera de saber de ti, de entenderte, de sentirte, de saber que existes, tengo solo una petición que hacerte:
Tócame con tu luz.
1 empatías generadas:
... y estaba acostado, mirando el espacio exterior,
y estaba pensando en lo diminuto que era yo...
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