Pensamientos de agua


Una bomba cae en tu mente…

…y la mía se cimbra.

Tus palabras hacia mí

son piedras que turban el agua de mi mente.

Las ondas remanentes,

por horas,

se convierten en pensamientos…

…que emanan hacia ti.

gota-de-agua

Reencontrando viejas ideas

Ayer por la noche en medio del insomnio, al estar revisando viejos cuadernos, me encontré con un texto que olvidé que había escrito. Estaba entre otros tantos y es que en ese tiempo no se hablaba mucho de blogs ni de web 2.0 ni nada similar. Que diferente pensamiento tenía en ese tiempo y sin embargo la idea general me sigue sonado tan atemporal. Se los dejo dando solo como precedente que fue escrito en una noche de insomnio y recuperado en otra noche igual.

“Mi cabeza se disparó… se convirtió en una bala-idea. Accionada por el efecto de la noche salió proyectada, cruzó un espacio inexistente (o por lo menos incalculable matemáticamente) buscando un blanco para impactarse y así convertirse en héroe Kamikaze; lástima… no ha acertado… hasta ahora es una bala en el aire, una idea perdida… pero viaja-piensa sigilosa y furtiva; no llegará al blanco… pero se acercará tanto como sea posible.

Te deseo una útil existencia, aunque el cuerpo te libere-encadene.”

Balas en el aire

Mi libre albedrío

No hagas caso a mis palabras porque no son ciertas; o solo son ciertas para mí. Son subjetivas. Porque cuando quieren hablar sobre algo, sobre alguien, solo están hablando sobre mí. Solo hablan sobre mi muy particular punto de vista, hablan de lo que se ve desde mi reducido campo de visión. Leyéndolas entre líneas me delatan, me desnudan, dejan ver el potencial humano o la carencia que me acompaña; “Dime de que presumes y te diré de que careces”.

No hagas caso ni te fíes de mis palabras porque solo están para decir lo que yo quiera, lo que yo sienta. No se rentan. Están al servicio de mi LIBRE ALBEDRÍO; ese poder que nos fue concedido (aún a veces sin merecerlo) que nos permite escoger cualquier camino, el bueno, el malo y los infinitos matices intermedios entre ambos, conociendo de antemano las posibles consecuencias.

Así que te lo he advertido… pero si aún insistes en atender mis palabras, por favor comienza por estas: Mi único interés es decirte la verdad.