Humedad

La lluvia y yo nos hemos hecho complices con el tiempo, guardamos ciertos acuerdos que cuidamos celosamente.

Ella sabe que le permito tocarme la piel, seducirme el tacto. Meterse debajo de mi ropa sin pedir permiso.

A cambio ella sabe que no debe humedecerme el alma. Porque ese es su talento: humedecer todo lo que toca, sobre todo las almas.

Ella me deja usarla de musa y hacer versos que nunca le recito.

Me deja lavarme los pecados, enjuagarme con ella los excesos venidos de las alegrias desmedidas.

De cuando en cuando nos distanciamos, rompemos nuestros tratos, yo uso un paragüas, ella me empapa los sentimientos.

Yo me atajo debajo de un techo y quito con una toalla sus manos que ya me han alcanzado, pero ya es tarde, ella ya me ha inundado, escurriendome hasta el último recuerdo.

Luego siempre habrá tiempo de reconciliarnos, le diré que la necesito y me dirá que siempre estará ella ahí para mí, qué siempre volverá por mí.

Le diré que quiero ser uno con ella.

Y entonces mis ojos, para convencerla de que soy honesto, terminarán por imitarla completa.

 

 

Sí me preguntan tendré que negarlo, diré que no somos amantes, que nunca nos hemos besado.

Pero ¿no sería mucho cinismo después de lo que ya he platicado?

 

girl_in_rain

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